3 oct 2008

El Engranaje Arrítmico

Sí... hace mucho que no escribía en ésta cosa ¿y qué?, lo estoy haciendo ahora, no sean tan exigentes conmigo y agradezcan lo que tienen (o sea, sean conformistas).
Sucede que, por razones totalmente desconocidas para mí, el cargador de mi amiga y compañera lap top ha decicidido traicionarme... entonces no he tenido el acceso enfermizo a internet que debería tener un muchachito de mi edad, y he tenido que recurrir a actividades un poco más mundanas como leer, hacer ejercicio o hacerle bien a la humanidad... ya ni me conozco. En fin, de vez en cuando (y a veces de maneras clandestinas) logro usar otras computadoras y nutrirme de la información del ciber espacio que tanta falta me hace (en realidad no, cuando me conecto me doy cuenta de que son pocas las cosas que realmente TENGO que hacer en internet.. pero vale la pena de todas formas).
Ahora, como seguro ya saben, el propósito de ésta entrada no es escribirles sobre nada espectacularmente interesante, sino informarles que no he muerto todavía y exhortarlos a que esperen más entradas de mi parte.
El otro día escuché una frase que me hizo pensar.. alguien contaba una anécdota y dijo "entonces, por azares del destino..." a lo que yo me pregunto: Si el destino es azaroso.. ¿es realmente destino?.. No quiero iniciar debates sobre si el destino existe o no, porque están de más, cada quien que crea lo que se le antoje... pero sí me hizo darme cuenta de cuántas frases solemos decir realmente sin pensarlas, sólo porque ya están prefabricadas para cada ocasión y no tenemos que pensar en cosas ingeniosas para que salgan de nuestras bocas (como las tarjetas de felicitación Hallmark). No es que sea malo usar refranes o citas de vez en cuando, pero debemos hacerlo estando plenamente convencidos de lo que decimos.
Bueno, ya se me acabaron las cosas para decir, supongo que nos veremos en el futuro... ah, y feliz octubre.

Nieve de Muñeco
Nieve de Muñeco

Si (espero) ya leyeron que no tengo acceso a mi máquina habitual, me imagino que habrán supuesto que tampoco puedo usar mi escaner y subirles dibujos nuevos, así que me veo forzado a presentarles dibujos un tanto viejos (y éste no es taaaaaaan viejo, sólo no es actual).
Realmente no sé en qué estaba pensando... sólo estaba viendo caricaturas un día y se me ocurrió hacer un muñeco de nieve que le guste matar gente y comerse sus vísceras mientras entona villancicos.
Nunca he visto ni tocado nieve real... pero sí me gustaría... aunque se formen... nieves de muñecos... creo que es un riesgo que vale la pena correr.
¿Porqué perseguimos metas si sabemos que si algo sale mal, puede ser fatal y catastrófico?, ¿por que al final vale la pena?, ¿por el gusto de simplemente intentar?, yo no sé, a veces no tiene sentido arriesgarse, pero otras supongo que sí. Quiero ver la nieve caer del cielo, pisarla, ver los árboles quedar blancos y poder tomar chocolate caliente mientras hago una cara como ésta (^_^)... y realmente no me importa cuántos muñecos de nieve asesinos puedan surgir por todo ésto, no me importa que mis vísceras terminen en sus retorcidas bocas, al menos sé que habré pasado un buen rato y habrá valido la pena. Y quién sabe, en raros casos la vida da sorpresas, quizá logre sobrevivir y quedarme haciendo angelitos de nieve. (Qué optimista soy, estoy orgulloso).

1 comentario:

Pablo Cabañas dijo...

Humor negro navideño, diría yo...