9 oct 2011

Cuando Te Sientes Insignificante

Me propuse escribirles más seguido y eso es exactamente lo que haré... aunque no estoy muy seguro de lo que vaya a ponerles, en fin, se me ocurrirá sobre la marcha (como buen mexicano).

Como podrán notar (o espero que hayan notado...) finalmente me digné en hacer el nuevo encabecado para el blog. No es lo mejor del mundo (porque -evidentemente- no soy diseñador gráfico, y mis habilidades con Photoshop son... limitadas... y ni hablar de mi mal gusto, jaja) pero CREO que he quedado medio satisfecho con el resultado. Funciona por ahora, así que dejémoslo así. Si alguien se ofrece a hacerme uno mejor, bienvenido sea.

Pero fuera de eso, creo que va bien con el sitio. Es decir, las lineas chuecas y mal hechas, los garabatitos, la "negligencia" con la que está trazado... incluso el rectángulo está desproporcionado. Es como uno de mis dibujos. No podrán culparme por hacerme falsa publicidad, no no no.

Prometo que esta será la última entrada así, más adelante postearé CONTENIDO. Tengo algunos cómics planeados ya en mi cabeza que quisiera dibujarles, así que... sí, espérenlos.

Y ahora sí, pasemos al garabato.


Mi Invento

Si son lo suficientemente observadores, notarán que en éste dibujo he roto una de las reglas que me había auto impuesto para este blog... ¿pueden decirme cuál es? Quizá le regale un dibujo al que lo haga.

Éste dibujo originalmente no tenía propósito, sólo quería dibujar un montón de lineas y garabatear lo más que pudiera. Primero dibujé al monillo. No tiene nada de especial, dibujo simple hecho en un periquete. Luego decidí que quería en el fondo algo garabateable. Se me ocurrió hacer una de esas máquinas cuyo propósito es verse aparatosas y sacar mucho humo.

Algo interesante es que en cada compartimiento de la máquina hice garabatos de manera diferente, bolitas, rayitas, lo que fuera. Hasta en el humo. Me divertí mucho. Espero les guste.

Algunos valientes se han atrevido a decir que es un autorretrato. Yo.. yo quisiera tener una máquina como esa. 

--Momentos de la vida real-

-¿Me harías un favor?
-Depende, pero lo dudo muchísimo.
-Necesito que me lleves a la papelería.
-Olvídalo.
-Tu recompensa será helado.
-Vamos.