Así es, no se sorprendan.. de verdad hay una nueva entrada hoy. De hecho, quería actualizar hace algunos días, pero la oportunidad/ganas simplemente no se presentaban.
Las últimas semanas había estado algo ocupado, pero ahora que parece que ya salí de vacaciones supongo que tendré un poco más de tiempo para escribirles y contarles mis locas aventuras por esa basura a la que llamamos vida.
¿Qué les puedo decir?... ahora sí, están justificadas todas las decoraciones navideñas.. así que... decoren si quieren.
Fui al banco el otro día.. increíble, nunca me había divertido tanto en mi vida. La cola era bastante larga (bastante, bastamte, bastante) larga. Aunque supongo era de esperarse, en épocas navideñas, en quincena y con eso de que los bancos no quieren trabajar el 12...
Iba a contarles algo interesantísimo... pero olvidé lo que era... si fuera mejor persona trataría de improvisarles un cuento o algo para manternerlos entretenidos... pero... ah, qué demonios, no tengo nada mejor que hacer:
En un futuro lejano, existía un parque. Era un lugar lleno de plantas y flores, muchos colores y diversos aromas silvestres. Éste paraíso estaba rodeado por una reja metálica, que servía como única división entre tal utopía de la naturaleza y la horrible y fría ciudad en la que a los humanos les gusta habitar.
Dentro del parque vivía una oruga, que decidió que era demasiado hermosa e inteligente como para vivir confinada en ese pequeño espacio: "Yo merezco grandeza", decía, "No puedo privar al mundo de mi belleza... si todas éstas flores palidecen junto a mí, en la ciudad definitivamente seré toda una estrella". Entonces decidió salir del parque.
Le tomó días, ya que aunque el parque no era muy grande, la oruga era muy lenta. Al llegar a la reja, su última oportunidad para arrepentirse de su decisión, dijo: "Ahora sí, de ahora en adelante no seré una oruga más, seré LA oruga".
LA oruga cruzó la frontera, ahora estaba parada en las frías y lúgubres calles de una ciudad que no quería a nada ni a nadie. Trató de llamar la atención de algunos peatones, pero no conseguía que la notaran... si algún niño se detenía a mirarla, sus padres al instante les tomaban de la mano y los alejaban de la oruga, "No jueges con esas cosas, te vas a enfermar", repetían los adultos.
"¿Eso es lo que yo soy?", pensó la oruga, "¿Una enfermedad..?". Se deprimió, de donde venía, quizá no era tratada como una reina, pero al menos se le reconocía como un ser pleno e incluso hermoso. En éste nuevo ambiente, no era nada más que un insecto más, un horrible gusano parado en la calle, esperando a ser aplastado.
"Pero ya no puedo volver", pensaba... "Todos pensarán que soy cobarde... que mi belleza no fue suficiente para triunfar aqui... pensarán... que soy fea". La oruga tomó otra decisión: "Me quedaré parada aqui hasta que me aplasten".
Pasaron algunas horas... pero nadie la pisaba, "¿Acaso será porque temen mancharse los zapatos con mi fealdad?", se repetía. Solo deseaba la muerte, desaparecer del mundo... convertirse finalmente en "nada" en vez de ser simplemente "nadie". Pero no ocurría... su momento no llegaba.
La oruga comenzaba a desesperarse... "No puedo ni morir aqui.. nada de lo que quiero se hace realidad...", entonces volteó la cabeza hacia el bello parque de donde había venido... "Antes, esas rejas me parecían una prisión... Pero ahora, es como si me amenazaran, como si no me quisieran de vuelta...", sus ojos se llenaron de lágrimas, cada vez le costaba más trabajo ver las cosas... pero en ese estado, viéndolo todo borroso y húmedo, se dio cuenta de que en realidad, los dos mundos no eran tan diferentes... "Sí, quizá todo está en mi cabeza... No me había dado cuenta de que todo lo que necesitaba siempre estuvo ahi... aqui afuera todos viven sin ser notados, y mueren de la misma manera... ahi al menos tengo seres queridos y estoy rodeado de belleza... y, ¿Qué es la belleza?, aqui, sola y triste en medio del asfalto gris, no soy la gran cosa... una pequeña mancha verde esperando a ser pisoteada por algún niño travieso o una señora descuidada... ahi, rodeado de colores intensos, bellas flores y elegantes mariposas, es en donde realmente brillo... sí, quizá deba volver... quizá pueda..." Entonces, un pájaro bajó de los grises y nublados cielos a toda velocidad y se tragó a la oruga.
Sí, ya está... perdón por la mala redacción y la historia predecible, pero se las improvisé y todo, así que realmente no pueden quejarse (¿o sí pueden....?)
Eso es todo, ya es hora del garabato.
Las últimas semanas había estado algo ocupado, pero ahora que parece que ya salí de vacaciones supongo que tendré un poco más de tiempo para escribirles y contarles mis locas aventuras por esa basura a la que llamamos vida.
¿Qué les puedo decir?... ahora sí, están justificadas todas las decoraciones navideñas.. así que... decoren si quieren.
Fui al banco el otro día.. increíble, nunca me había divertido tanto en mi vida. La cola era bastante larga (bastante, bastamte, bastante) larga. Aunque supongo era de esperarse, en épocas navideñas, en quincena y con eso de que los bancos no quieren trabajar el 12...
Iba a contarles algo interesantísimo... pero olvidé lo que era... si fuera mejor persona trataría de improvisarles un cuento o algo para manternerlos entretenidos... pero... ah, qué demonios, no tengo nada mejor que hacer:
En un futuro lejano, existía un parque. Era un lugar lleno de plantas y flores, muchos colores y diversos aromas silvestres. Éste paraíso estaba rodeado por una reja metálica, que servía como única división entre tal utopía de la naturaleza y la horrible y fría ciudad en la que a los humanos les gusta habitar.
Dentro del parque vivía una oruga, que decidió que era demasiado hermosa e inteligente como para vivir confinada en ese pequeño espacio: "Yo merezco grandeza", decía, "No puedo privar al mundo de mi belleza... si todas éstas flores palidecen junto a mí, en la ciudad definitivamente seré toda una estrella". Entonces decidió salir del parque.
Le tomó días, ya que aunque el parque no era muy grande, la oruga era muy lenta. Al llegar a la reja, su última oportunidad para arrepentirse de su decisión, dijo: "Ahora sí, de ahora en adelante no seré una oruga más, seré LA oruga".
LA oruga cruzó la frontera, ahora estaba parada en las frías y lúgubres calles de una ciudad que no quería a nada ni a nadie. Trató de llamar la atención de algunos peatones, pero no conseguía que la notaran... si algún niño se detenía a mirarla, sus padres al instante les tomaban de la mano y los alejaban de la oruga, "No jueges con esas cosas, te vas a enfermar", repetían los adultos.
"¿Eso es lo que yo soy?", pensó la oruga, "¿Una enfermedad..?". Se deprimió, de donde venía, quizá no era tratada como una reina, pero al menos se le reconocía como un ser pleno e incluso hermoso. En éste nuevo ambiente, no era nada más que un insecto más, un horrible gusano parado en la calle, esperando a ser aplastado.
"Pero ya no puedo volver", pensaba... "Todos pensarán que soy cobarde... que mi belleza no fue suficiente para triunfar aqui... pensarán... que soy fea". La oruga tomó otra decisión: "Me quedaré parada aqui hasta que me aplasten".
Pasaron algunas horas... pero nadie la pisaba, "¿Acaso será porque temen mancharse los zapatos con mi fealdad?", se repetía. Solo deseaba la muerte, desaparecer del mundo... convertirse finalmente en "nada" en vez de ser simplemente "nadie". Pero no ocurría... su momento no llegaba.
La oruga comenzaba a desesperarse... "No puedo ni morir aqui.. nada de lo que quiero se hace realidad...", entonces volteó la cabeza hacia el bello parque de donde había venido... "Antes, esas rejas me parecían una prisión... Pero ahora, es como si me amenazaran, como si no me quisieran de vuelta...", sus ojos se llenaron de lágrimas, cada vez le costaba más trabajo ver las cosas... pero en ese estado, viéndolo todo borroso y húmedo, se dio cuenta de que en realidad, los dos mundos no eran tan diferentes... "Sí, quizá todo está en mi cabeza... No me había dado cuenta de que todo lo que necesitaba siempre estuvo ahi... aqui afuera todos viven sin ser notados, y mueren de la misma manera... ahi al menos tengo seres queridos y estoy rodeado de belleza... y, ¿Qué es la belleza?, aqui, sola y triste en medio del asfalto gris, no soy la gran cosa... una pequeña mancha verde esperando a ser pisoteada por algún niño travieso o una señora descuidada... ahi, rodeado de colores intensos, bellas flores y elegantes mariposas, es en donde realmente brillo... sí, quizá deba volver... quizá pueda..." Entonces, un pájaro bajó de los grises y nublados cielos a toda velocidad y se tragó a la oruga.
Sí, ya está... perdón por la mala redacción y la historia predecible, pero se las improvisé y todo, así que realmente no pueden quejarse (¿o sí pueden....?)
Eso es todo, ya es hora del garabato.
Soy Un Fauno
Mi intención era ponerles un dibujo nuevecito, pero... digamos que las cosas no salieron como yo quería (como siempre...) y me ví obligado a poner un dibujo bastante viejo, en fin...
Patrocinado por Nescafé, les presento a... El Fauno.
No es muy complicado de entender, si han visto El Laberinto Del Fauno reconocerán al señor éste. Se encuentra cantando muy jocosamente al ritmo del tema de David el Gnomo, y no lo puedo culpar, yo también sería muuuuy feliz si pudiera vivir yo solito en un laberinto... aunque, el fauno creo que no vivía exactamente en el laberinto, sino en un gran agujero, lleno de tierra y suciedad... así no me gustaría vivir.. me imagino que al menos de vez en cuando todas las hadas con las que vivían le llevaban jabón para rasparse la tierra y las lombrices que le salieran.. o al menos un desodorante para ocultar el hedor a lodo... quién sabe, me imagino que no importa demasiado.
A Ofelia parece que no le simpatiza mucho la canción.. supongo que no puedo culparla, conociendo a ése fauno, ha estado cantándole por largas horas, en vez de darle el libro mágico para que lea.
A ella la dibujó Tor-Sven, así que, podríamos decir que éste es un dibujo mixto.
Eso es todo el día de hoy... recuerden, espero poder actualizar más seguido, pero no es garantía de que sucederá (la vida está llena de decepciones, si han vivido, ya deben estar acostumbrados... sólo... resígnense...)
Una última cosa, me topé hace poco con un video que me pareció gracioso. Si han jugado Final Fantasy IV recomiendo que lo vean, si no... supongo que no tienen porque molestarse, ya que no tendrá ningún sentido para ustedes... de todos modos se los dejo.
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No es muy complicado de entender, si han visto El Laberinto Del Fauno reconocerán al señor éste. Se encuentra cantando muy jocosamente al ritmo del tema de David el Gnomo, y no lo puedo culpar, yo también sería muuuuy feliz si pudiera vivir yo solito en un laberinto... aunque, el fauno creo que no vivía exactamente en el laberinto, sino en un gran agujero, lleno de tierra y suciedad... así no me gustaría vivir.. me imagino que al menos de vez en cuando todas las hadas con las que vivían le llevaban jabón para rasparse la tierra y las lombrices que le salieran.. o al menos un desodorante para ocultar el hedor a lodo... quién sabe, me imagino que no importa demasiado.
A Ofelia parece que no le simpatiza mucho la canción.. supongo que no puedo culparla, conociendo a ése fauno, ha estado cantándole por largas horas, en vez de darle el libro mágico para que lea.
A ella la dibujó Tor-Sven, así que, podríamos decir que éste es un dibujo mixto.
Eso es todo el día de hoy... recuerden, espero poder actualizar más seguido, pero no es garantía de que sucederá (la vida está llena de decepciones, si han vivido, ya deben estar acostumbrados... sólo... resígnense...)
Una última cosa, me topé hace poco con un video que me pareció gracioso. Si han jugado Final Fantasy IV recomiendo que lo vean, si no... supongo que no tienen porque molestarse, ya que no tendrá ningún sentido para ustedes... de todos modos se los dejo.
1 comentario:
Sospecho que hay una relación bastante cercana entre el cuento y la felicidad del Fauno...
Mmmmmmm.....
Tal vez el significado de este post es que la felicidad le va según lo que quiere cada persona, al menos eso creo...
Con respecto al video, creo que eso le interesaría mucho a mis hermanos.
Au revoir.
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